Fotografiando cementerios: Cementerio General de Valencia (y 2)
Con esta segunda parte regreso a la belleza del Cementerio General de Valencia, tan bien provisto de magníficos monumentos. Niños tristes, la hora fatal, el torero admirado y el matrimonio feliz que no teme a la muerte... Más un toque de humor de Sokan y un poema que escribí recordando a los habitantes pétreos de este cementerio valenciano.
Si alguien preguntara
adónde ha ido Sokan:
decid tan solo:
“Tenía cosas que hacer
en el otro mundo”.
Yamazaki
Sokan (Japón, 1465-1553)
Tareas del
otro mundo
Tanto que
hacer en ese allá oculto:
bailar en
los senderos,
amansar a
los dragones,
mirar la
hora
a la luz de
fuegos fatuos,
acunar a los
ángeles niños
prematuramente
cargados de tristeza.
Navegar
tierra adentro,
más allá de
las raíces,
buscando las
venas del agua
para brotar
en la fuente
y unirse al
sol que encarna en las naranjas.
Olvidar la
despedida y el llanto,
pues... al
fin, a todo se acostumbra uno
y la
costumbre de soñar
se ha vuelto
segunda naturaleza
en los
muertos
de este
cementerio,
conformes en
la belleza
de tan
cuidados sepulcros.
1. Un ángel fuerte (por el martillo lo digo)
2. Dan ganas de cogerlo en brazos y cantarle una nana
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